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Devotos de San Expedito ya rinden homenaje al patrono de las causas urgentes

Un nuevo aniversario de la conmemoración del martirio de San Expedito, patrono de las causas justas y urgentes, se celebrará desde el primer minuto del jueves en el Santuario ubicado en la iglesia Nuestra Señora de Balvanera de esta ciudad.

Bajo el lema "San Expedito ayúdanos a ser testigos de Cristo", se espera una gran convocatoria de fieles, ya que el año pasado juntó a unas 250.000 personas a lo largo de toda la jornada en el templo ubicado en Bartolomé Mitre y Azcuénaga.

"Con el lema queremos expresar lo que provoca nuestra peregrinación hacia el Santuario: la confesión de la fe, la misma fe que impulsó a nuestro santo Patrono a dar testimonio de amor a Cristo dando su vida en el martirio", señaló el presbítero Juan Carlos Ares, párroco de la Parroquia Nuestra Señora de Balvanera.

La fiesta se iniciará a la medianoche con la apertura solemne del templo y la misa de inicio, y la iglesia estará abierta todo el día de mañana hasta las 23:00.

Misas y bendiciones se celebrarán cada hora a partir de las 6:00 en el santuario, donde los fieles pasarán por allí para agradecer o pedir especialmente por salud, o por diversas causas que tienen que ver con asuntos legales y familiares ante San Expedito.

El culto al patrono de las causas urgentes se hizo conocido a comienzos del siglo XX, aunque historiadores dicen que se lo venera desde la Edad Media.

En la Argentina, San Expedito empezó a hacerse popular a mediados de la década de 1950 y en la actualidad se lo venera en numerosas iglesias y capillas e incluso en la Base Esperanza, en plena Antártida, donde se colocó una estatua del santo llevada hasta allí en junio de 2003.

Militar del Imperio Romano que vivió a principios del siglo IV y al que cada vez más fieles le rezan, a Expedito se lo conoce también como "el santo de lo imposible" y es venerado no sólo en el país sino también en las comunidades católicas de Estados Unidos, Brasil y Europa.

Cuenta la historia que, siendo aún soldado, fue un día tocado por la gracia de Dios, lo que lo llevó a cambiar su vida y a convertirse al cristianismo.

Se dice que San Expedito era generoso y veloz y que con esa velocidad atiende las peticiones de sus devotos, que aseguran que se trata del santo que "no deja nada para mañana".

En este sentido, se lo reconoce además por su peculiar vestimenta: la iconografía lo muestra vestido de soldado romano, aplastando un cuervo que grita "cras cras" ("mañana"), mientras el santo muestra un reloj -algunas representaciones lo reemplazan por una cruz- que indica "hodie" ("hoy").

"No dejar para mañana lo que se debe y se puede hacer hoy" parece ser su lema.